Ma&Ra...&Al&To

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14.09.2005

Ola luna mentirosa!

Mañana hago dos meses con mi novio (tengo que dejarle ya, lo que significa que hacía dos mesazos QUE NONOS VEÍAMOS. TE PARECE NORMAL?? Próxima cita con nuestra psicóloga personal??? Jeje pos dentro de poco¡ XD

Te llamamos (yo, Maya no que es inútil) o por el Messenger!

Besooooo no tires esto! Que quede para el futuro! Jiji ¡xau xau!

Rakel y Maya

LOVING YOU!!

Además de mil fotografías y algún que otro vídeo, estas palabras escritas en un post-it rosa, es de las pocas cosas tangibles que me quedan de Rakel. Maya era su mejor amiga o alma gemela o como me dijo una vez un profesor: “Son dos naranjas perfectas, únicas, completas y juntas hacen un zumo riquísimo”.

Bueno, será mejor que empiece por el principio. El otro día en casa de Ada , la sirena, hablamos de los diferentes modos en que las personas perciben un mismo momento. Pues con su permispo, esta noche quisiera contarles mi versión de uno de esos instantes preciosos, irrepetibles y demasiado breves; la historia de “nosostras”.

Debo aclarar que yo sólo era su monitora de gimnasia rítmica y aunque no esté bien eso de hacerse amigo de tus alumnas, para mí fue imposible. No porque no lo intentara, el problema es que en mi camino se cruzaron seres extraordinarios que aunque no tuviesen más de seis, siete o quince años, me marcaron profundamente. A lo mejor, es cierto que en nuestros genes queda registrada la sabiduría de todas nuestras vidas anteriores; si es así, éste fue uno de esos casos.

No sé como llegaron a estar juntas, pero una vez conseguí un equipo perfecto. Reconozco que no fue porque me dejaran enseñarles algo, sino por su inmenso corazón. Siempre pensé que eran demasiado pequeñas para sus vidas tan complejas, pero a pesar de todo nadie las ganaba a entusiasmo y voluntad. Me llamaban, me esperaban, me rogaban, me regalaban y yo sólo sabía decirles: “otra vez, pero ahora, a cámara lenta”. Una y otra vez repetían cada elemento, despacio, sutiles y preciosas. Perfectas. Pero yo volvía a decir: “una vez más”

Paso a paso, pirueta tras pirueta, lesión tras lesión nos fuimos haciendo cómplices. De verdad que quise evitarlo, ¡lo juro!, se oyen cosas tan raras en la televisión y los padres te miran siempre con tanta desconfianza, que no puedes evitar reflexionar sobre la línea que separa lo correcto de lo irrazonable.

En fin, a pesar de mis miedos, fueron creciendo y ganando independencia. Pero en lugar de alejarse como las demás, se zambulleron en mi vida con todas sus consecuencias. Lo bueno de los amigos es que cuentas con ellos para todo y lo mismo nos pasó a “nosotras”. Sus problemas se convirtieron en los míos y ellas hicieron todo lo posible por conocer mis escondites. ¡Sí! ¡Éramos tremendamente cotillas! Es cierto que yo también las metí en unos cuantos enredos, sin embargo no cejaron en seguirme hasta el infierno. Cómo no quererlas, ¿no?

A una de ellas se la llevó el amor, a Rakel nos la robó Dios , Maya y Albichuela siguen a mi lado. Yo las vigilo, y como “el guardián entre el centeno”, confabulo con el universo para que la suerte siempre vaya a su favor. Dios sabe que nos debe una.

Pero Rakel & Maya siempre destacaron por encima de todos nosostros. A lo mejor porque nunca dejaron de soñar y claro… eso une mucho. Las recuerdo siempre juntas y cuando no lo estaban, hablaban la una de la otra, todo el tiempo. Lo mejor era la capacidad que tenían para reírse de sus penas. Supongo que eso fue lo que me ató inexorablemente a sus vidas, porque mientras ellas lo hacían de forma natural, yo aprendía humildemente de su ejemplo. Nunca he vuelto a ver a Maya reírse de ese modo.

Cuando terminaron el colegio y dejaron de bailar para mí, empezaron los mensajes a medianoche en el Messenger, llegaron las llamadas desde la playa y el camping de madrugada. Los campeonatos de body, los disfraces y los novios. Las navidades, los cumpleaños y la palabra “siempre” se volvió real. Por supuesto todo debía quedar registrado en vídeo o fotografía para reirnos en el futuro… No sé si pueden imaginarse el privilegio que fue poder ser testigo de todo eso y compartirlo.

No sé si se pueden imaginar lo que sentí cuando mi valiente Albichuela me llamó para decirme lo que había pasado.

Cuando te cuentan algo así, pensaba que uno se volvería loco de pena o de furia o algo parecido, pero no fue lo que ocurrió. El tiempo se detiene, el corazón se para y te niegas a creerlo. ¿Cómo podía haberle pasado algo tan horrible? Era imposible. No sería justo…

Pero entonces ves a Maya sola y rota; y la realidad te golpea sin piedad. Después, viene todo junto, el dolor te deja sin aliento y cambiarías tu vida por la de ella, una y mil veces. No es que crea que valgo poco, es sólo que ella era imprescindible. Y sí, a pesar de todas las excusas que se puedan inventar, creo que Dios cometió un error imperdonable ese día.

Todos cuantos la conocimos guardamos una parte de ella. Yo me quedo con la música si no les importa. Las dos éramos cazadoras insaciables de melodías perfectas que nos regalábamos esperando sorprendernos. Y por Dios que esa niña, siempre lo conseguía. También añoro su voz cantarina y sus viajes, incluso sus piercing …. su fe ciega en mí.

He vuelto muchas veces a su playa y lloro y me río y le lanzo desde los acantilados un cd de música con mis últimos descubrimientos, sé que puede parecerles tonto, pero para mí es muy importante, es el unico modo que conozco de retenerla un poco más. Y espero….y un destello atraviesa las olas y me encharca el alma.

Sé que debo ser optimista, aunque sea por Maya, por Albichuela y por aquellos que no quieren olvidarla, pero esta noche permítanme echarla muchísimo de menos…por favor.

¿Qué fue de nosotras después de aquello?

Seguimos juntas. Albichuela y yo conservamos a nuestros amigos o almas gemelas o como quieran llamarlo e intentamos vivir cada día como si fuera el último. Maya está bien, ha encontrado otras naranjas (aunque de otra clase) y todavía permite que le cubramos las espaldas.

El próximo domingo Maya , Albichuela y yo iremos a pasar el día con “ella” a su playa. Pero no lloraremos, porque si hay algo que sabemos hacer es reírnos de nuestras penas y recordar, únicamente, lo mejor de “nosotras”.

LOVING YOU!!!

Guapa de Diego Torres