Esta es la noche del día en que sumé todas las pérdidas y el resultado se quedó en un sendero de flores marchitas que ya no quiero volver a transitar.
Ésta no será una noche más entre tus alas, esta vez no será tu voz la que me guíe, esta noche una corazonada me empuja hacia el cielo.
Hoy, una noche en blanco y negro, espantaré las penas y llenaré de estrellas todas mis ventanas; y como la luna, me cubriré de sueños recién dibujados.
-Cuando amas eres completamente vulnerable -dijo su madre.
-Entonces, no amaré.
Recogió su ramillete de cicatrices, escondió su corazón entre la nieve y soñó con ser una chica mala.
Por la mañana se vestía de escarcha y hielo, pero los que la miraban sólo veían una niña disfrazada de azúcar glaseado.
Por la tarde levantaba muros de cristal pero se olvidó del cielo y llegó la luna.
Por la noche sacaba su paraguas y cerraba los ojos, pero las estrellas se colaron y las heridas desaparecieron bajo un traje de lentejuelas, y la flor de invierno olvidó su promesa.
¡Se acabó! ¡Ponte de pie! Vamos a bailar una tarantela.
Sí, ya sé que cuesta, que parece que el sol se ha ido para siempre…pero déjalo ya. Te echo de menos y esta vez no te permito que sufras por anticipado, el lunes todavía está muy lejos.
Es verdad hace mucho frío, pero sólo por fuera.
¿Sabías que el frío retrasa la aparición de arrugas? Sí, claro que lo sabes, eres la persona más lista que conozco. Además dicen que “año de nieves, año de bienes”; y tenemos a demasiados amigos pasando apuros; por eso, deja que haga frío cuando toca, no sufras porque las estaciones siguen su curso y celebremos cada copo.